Hoy vivimos en una época en que las personas exigen cada vez más nuevos valores y perspectivas.
Sorprendentemente, sin embargo, en el campo de las ciencias las nuevas perspectivas y propuestas no vienen de los expertos sino más bien de los denominados "aficionados".
¿Por qué?
Los expertos han perdido el arte de la observación natural y de la propia intuición, transformándose la ciencia, de este modo, en un refugio de la dialéctica y las matemáticas. 
Por lo tanto, se mantuvo y mantiene hasta hoy, que los llamados aficionados implementan los dos mayores fundamentos de la ciencia (observación natural y la intuición), tal como una vez lo expresara Goethe.
Muchos aficionados (desde el campo de la ingeniería) nos han presentado con un conocimiento amplio y concluyente en sí mismo.
Una de estas figuras es el ingeniero Hanns Hörbiger, quien como ingeniero mecánico obtuvo exitosos derechos de patentes.
Él desarrolló por medio de sus conocimientos e investigaciones de ingeniería, la observación natural y la intuición, entregando la Cosmogonía Glacial, conocida también como la Doctrina del (Fuego) Hielo Universal-Welt(glut)Eislehre-.
La enseñanza de la Cosmogonía Glacial es útil para llegar a comprender los campos de la astronomía, la geología y la meteorología, pues aborda los acontecimientos e incidentes de estos tres terrenos de manera simple, lógica y comprensible.
Por este motivo -simplicidad y comprensibilidad- la Cosmogonía Glacial fue  atacada violentamente y desestimada hoy como un desvarío.  No obstante, la ciencia oficial nunca pudo rechazar los postulados de la Cosmogonía Glacial.  Fue abordada simplemente en silencio por la ciencia oficial, sin mencionar incluso los descubrimientos de los exponentes cosmoglaciales.
A la fecha, hay muchas interrogantes en el espacio que no pueden ser respondidas por la ciencia oficial.
La Cosmogonía Glacial o Doctrina del Hielo Mundial tiene estas respuestas.
Una frase de Max Valier sintetiza estas ideas: Lo más importante de la Cosmogonía Glacial (La Doctrina del Hielo Mundial) es que nos muestra al universo como un 'ser vivo'.  Pues este universo no es una 'amenaza externa' sino algo a lo cual nuestras vidas estas íntimamente conectadas.  En resumen: Somos parte de la ley suprema de la vida en el universo.

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